24 de abril de 2008

cuenticos de la burguesía



Cuenta la leyenda que el primer método para elegir las vías era el juego de “ponle la cola al burro”. La ciudad era distinta entonces. Tiempo después lanzarían dardos directamente contra el mapa, pero con la llegada de la primera botella de alcohol a la reunión de cofrades, la situación se tornó violenta y reemplazaron los dardos por cuchillos.

A lo largo del tiempo, la sociedad secreta que conforman los burgomaestres de lima y que se reúne semanalmente, ha ido cambiando. Un pacto de no agresión facilita las sesiones donde perro, pericote y gato (estos últimos siempre hacen la mayoría) hablan de diversas cosas y se ríen de sus electores, que con ese fin es que instalan las cámaras ocultas en los municipios.

Después de la carcajada general que suscita la lectura a viva voz de las cartas de queja de algunos vecinos, proceden a echar a la suerte qué calles, avenidas y principales arterias taladrar durante los días siguientes. A veces cuando los alcaldes son muy amigos, se ponen de acuerdo para romper todas pistas de todas las calles de distritos colindantes al mismo tiempo, como en una especie de pacto de hermandad. El resto del tiempo es como una medición de fuerzas. Uno dice, yo rompo pedro de osma, el otro dice, entonces yo rompo república de panamá y la vereda del parque reducto; si uno dice yo rompo la panamericana en chorrillos, otro contesta ah entonces yo me hecho abajo el paseo de los héroes; y así…

No se me malinterprete y se piense que la fiesta semanal es lo único a lo que se dedican las autoridades locales, no. También asisten a una reunión anual en la que definen qué pistas y veredas de las que se rompen semanalmente se arreglarán en los próximos meses, todo sujeto al presupuesto y si queda tiempo antes de la próxima campaña, obviamente.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

y no se crea q solo joden a choferes... soy peaton y no soporto que me sigan rompiendo la avenida arequipa (y las pelotas, claro)

Anónimo dijo...

No se preocupen tanto por las calles rotas, mejor rueguen al espíritu de su preferencia que no salga un oficioso que avise a las autoridades qué calles están en buen estado para que las rompan.
¡perú, país de maravillas!

Lia dijo...

Justo escribí en mi blog la semana pasada sobre el rompimiento de las pistas, y en vísperas de las cumbres. Especialmente de la avenida Arequipa en Miraflores. No soportaba las migrañas todos los días que me daban los sonidos de los claxon. La gente cree que tocando claxon van a avanzar más rápido. Esto por el desvío de autos y combis....Felizmente ya abrieron la avenida Dos de Mayo..aunque la Arequipa hasta ahora sigue destruída, que pena. Ya no se escucha las bocinas puesto que ya no hay atolladero...pero la migraña me ha quedado. Vayas donde vayas están "mejorando las pistas", es decir rompiendo, y nadie dice naaada.