27 de enero de 2009

Los tempranos ochentas (y sí, estoy haciendo un recuento de mi vida dado que en breve me volveré aun mas tía) son una etapa borrosa de la que trato de rescatar ciertos hechos.

El 81 por ejemplo, fue el primer año en que me hice consciente de las horas y los días. Por eso es hasta hoy, el año más largo que he vivido. Tenía también dos veces por semana un profesor de flauta dulce. En el 82, estaba en segundo grado y participé de una actuación dentro de la capilla del colegio. Tenía un peinado fatal y vestía de pastor. Entre mis líneas estaba una que aún recuerdo (my baby lamb is sick, I cannot be glad). Hubiera querido ser María o un rey mago, pero ahí estaba, condenada al existencialista pastoreo de un chivo enfermo luciendo una túnica a rayas. Como no hay papel pequeño para una gran actriz, obtuve las palmas de mi familia y la Sister que dirigía la producción. El 82 entonces, fue el año que recibí el premio Tony del mundo litúrgico, en paralelo a las clases de flauta.

El 83 seguí tocando flauta a lo largo de todo el año. Ya estaba en tercer grado y las monjitas tenían todo casi controlado. Salíamos a los recreos y algunas elegidas repartían las pelotas y las sogas. Cuando terminaba el recreo algunas otras elegidas recogían las pelotas y las sogas. Habían conseguido que no diéramos alaridos en medio de una clase, que no se escabulla alguna alumna piojosa, que ingiriéramos con propiedad nuestros alimentos. Nos sentábamos en orden alfabético en ordenadas filas. Nos formábamos en orden de tamaño en ordenadas filas. Dentro de ese patio en Miraflores, había un país desarrollado. Afuera estaba Alfonso, el portero sonriente, cuidando que ni un poquito del Perú llegue a meterse al colegio. Ese año conseguí mi primera pandilla escolar basada en afinidad de metas. Sin tomar en cuenta con qué letra empezaban nuestros apellidos, el destino juntó un grupo que buscaba develar los misterios que se escondían detrás de la fachada de un inocente colegio elitista. El 83 fue el año de las revelaciones.

No era un negocio fachada para el lavado de dinero ni las monjas nos tomaban fotos insinuantes para traficarlas en la web. Tenían suficiente dinero con las mensualidades y en esa época de internet ni se hable. Sucedían en la capilla del colegio cosas que los adultos pretendían que pasáramos por alto. Es probable que haya tenido que ver con que ese mismo año hicimos la primera comunión y por eso pasábamos casi todo el día ensayando bailecitos alrededor del altar, practicando como recibir el cuerpo de señor sin masticarlo, parándonos, sentándonos y reclinándonos en el aeróbico celestial.

El primer signo que descubrimos fue que la virgen de vitrales que estaba sobre la puerta de la capilla, un día apareció con la cara oscura. Personalmente nunca en la vida me había fijado en ella y es probable que el resto de mi team tampoco, pero estuvimos muy seguras de que antes no era tan morena y que eso significaba algo. Por qué habría la virgen querido agarrar un tono más nacional?

No mucho tiempo después un día, durante una misa, algunas de las niñas traían juguetes como ofrenda y los dejaban al pie del altar. Una muñeca, un libro, unos patines. Unos patines? Saliendo de esa misa el grupo se reunió a analizar ese específico hecho. Llegamos a la conclusión de que una alumna de entre primero y cuarto grado, a la que nadie había conocido ni visto alguna vez, había muerto atropellada por un vehículo desbocado. Sólo asi tenía lógica todo el asunto de los patines. La muñeca no sé, era como desprenderse de la niñez. El libro, y esto no debería sonar raro, era como desprenderse del conocimiento. Todo okey salvo que a los ocho años llevar al altar unos patines en perfecto estado como ofrenda, únicamente podía tener que ver con desprenderse de la vida.

Pasaron muchas cosas sobrenaturales ese año. Un día nos percatamos de que la Sister Alma -que era el cuco con hábito- se reclinaba siempre en una de las esquinas de la capilla, frente a una imagen de cristo hecha de yeso fino empotrada en una especie de pedestal que era un cajón de madera hueco. Se hincaba, tenía cara de dolor, sufría la monja. Como la Sister Alma sólo le tenía buena onda a dios y eso lo sufrimos todas, el grupo decidió dilucidar su extraña conducta. Fue así como durante varios recreos entramos a la capilla de manera subrepticia, y mientras nos refrescábamos un poco con el agua bendita, una mañana a las diez y quince llegamos a la conclusión de que dentro del cajón que sostenía la imagen, palpitaba el corazón de alguien que la Sister había amado. Fue tan simple como acercarse al pedestal de madera y tocar el alto relieve que tenía algunas iniciales incritas. No sólo yo, todas, sentimos el pulsar desacelerado del órgano preso. Peinamos otras explicaciones, pero en esa capilla especial, en ese año particular, pensar que el pedestal estaba cojo no era una opción.

El 84 fue el año del crossover con los chicos del colegio de la misma congregación pero de hombres. Para eso concursé en las olimpiadas de matemáticas y en cuanto concurso de inglés se organizara. El 85 tuvo más que ver con esquivar a las amenazantes chicas de quinto de media que nos robaban los boliquesos a diez metros del kiosco. Ese año también supe que mis amigas de la clase tenían hermanos y por culpa de eso me alejé un poco de lo sobrenatural.

20 de enero de 2009


Congelándose un poco mientras su papá habla delante de una alfombra de gente, malia y natasha presencian -no lo saben ahora pero lo sabran pronto- cómo dejan de ser dos niñas comunes. Ya esta mañana natasha debe haberse preguntado por qué debía usar esos específicos zapatos y malia tiene que haber sentido un poco de pánico escénico porque seguramente en este momento todos los adolescentes de su país la están viendo en la tele o la web. Se ha prometido frente al espejo no salir mal en las fotos y no puede esperar entrar a la casa nueva para conectarse y salir de la duda. Natasha en cambio no se preocupa por su aspecto tanto como por la incomodidad de la nueva ropa formal. Su papá le ha prometido un perro, pero a cambio ella debe ser buena. Tiene que lucir bien, asistir a ceremonias para adultos, cuidarse de mucho de lo que normalmente dice, convivir en paz con muchísima gente y ser humilde, mucho más humilde que cualquiera. Malia va a tener acné, va a aterrorizarse cada vez que aparezca un nuevo grano, su primer enamorado firme será un chico del colegio al que todos los compañeritos llamarán el convenido. La colectividad esperará que sea brillante en el high school, aunque al mismo tiempo asociarán su éxito a la investidura de su padre. Si se mantiene callada, dirán que se jura. Si habla mucho, dirán que se jura. Debe ser educada y plural, políticamente correcta. No puede ser poco linda como Chelsea, ni ebria como la mellicita Bush. Tiene que ser propia, no hablar de más y ser mucho más humilde que cualquiera. Hoy día mucho del mundo va a cambiar.

18 de enero de 2009

hombres

el feliz sujeto que puso el cinto amarillo impidiéndome el paso justo cuando yo doblaba por mi calle, me refirió que no debía atravezar por ahí dado que la brea podría (sic) quemarme las llantas. francamente no sé si eso tenga un sustento científico pero dicho por un tipo con un carrete oficial de plástico amarillo me importó un pepino y avancé los quince metros que hay entre la esquina y el garaje del edificio.

rompen la pista. la están rompiendo hace meses. la rompen, la componen un poco con tierra, la rompen de nuevo y la componen con concreto. después la rompen un poco más allá y terminan por destruirlo todo para componer en serio. me parece que son los de sedapal pero estoy segura de que el próximo mes serán otros. así ha sido y así va a ser.

lorenzo amable abre la reja. incluso antes de que lo hiciera, yo alcancé a ver adentro a la sección masculina del ejército de niñitos que habita este edificio, todos entre cuatro y nueve. hasta hace un año eran un frente, pero algo debe haber pasado que ahora las chicas juegan con una pelota en el pasillo, mientras que los chicos se golpean en el estacionamiento. ni se cruzan.

cuando lorenzo abre, empieza el movimiento. freno antes de bajar la rampa y reconozco a dos. uno es el ruliento hijo de una pareja joven cubano peruana que vive en el edificio uno. el segundo es el ex ruliento, hoy pelicorto, hijo de cineastas que vive en el edificio tres. éste último debo señalar, pasó los primeros dos años de nuestra coexistencia, vestido de hombre araña o batman por las tardes, pasando por peter parker o bruce wayne en las mañanas al ir a sus clases de primer grado.

gritan AUTOOOOO, y parece que están entrenados para subirse a una jardinera cada vez que haya algún vehículo en movimiento cerca. entonces yo paso lentito y casi ni los miro con el fin de no importunarlos. HOLA NENA, me dice el superhéroe del barrio, y yo me siento...piropeada, niña, sorprendida, y contesto con una sonrisa. doy la curva y sigo sonriendo porque me siento feliz y viva. finalmente es cierto, soy un poco nena.

mientras peleo con el timón de mi pequeño auto intentando hacerlo girar prácticamente sobre su eje para que quepa en su casillero, escucho que los chicos siguen hablando. SIGUE, SIGUE, AHORA DOBLA, SIGUE, SIGUE. veo que el superhéroe pelicorto le señala mi auto al ruliento y que los dos se abrazan mientras pienso que es un juego nuevo. sigo sonriendo porque lo de nena no se me pasa, hasta que escucho MIRA, LA MANEJO A CONTROL REMOTO. después se ríen.

hay cosas que una se prometió que no volverían a pasar, y pasan.

12 de enero de 2009


No voy a dejar de comerme las uñas este dos mil nueve. No voy a dejar de mentirme para hacerme creer que pintándome las enanas uñas de colores, estoy cada día más cerca de dejármelas crecer. Creo que voy a seguir adorando las cosas repletas de grasa y dejando de comer casi todo por épocas y seguir pesándome muchas veces por semana y sosteniendo públicamente que subo y bajo tres kilos inter diario. Este año no creo que le prohíba al perro que se trepe a mi cama ni me compraré un carro más paja y menos pondré mis papeles en regla. Cada año que pasa resulta que hay menos reglas y así comienza éste.


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Había que ponerse una meta y la mía no llegó a las doce del treinta y uno sino el dos del mes primero. Este año voy a tener mi propio ejército de zombies.

Lo pensé durante mucho, sucede que nunca había tenido la materia prima cerca. Tamborín, dijo bruno cuando caminábamos por la orilla desde el hotel de león hasta mi casa. Un documental por cable hace varios años presentaba a Haití como el mayor productor mundial de muertos vivientes. El proceso de fabricación resultaba increíblemente sencillo. Primero elegir a la víctima; segundo, brindarle un apetitoso plato de lo que sea, pero bien cargado al veneno del pez globo. Luego, y procurando no entrar en detalles escabrosos, observar la catatonia y apropiarse del cuerpo lo antes posible. Finalmente, esperar que los propios deseos sean órdenes para el resto.

Quiero dejar en claro que a pesar de que los zombies no saben si están contentos o tristes, la autora de esta nota se compromete a tratarlos con afecto y respeto, alimentarlos bien, darles los buenos días a diario. Mantenerlos limpiecitos y dejar que se comuniquen cada cierto tiempo con sus madres y amigos.


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Tetradoxina se llamaba eso que el pez lleva en el hígado y los ovarios y que durante mucho estuvo fuera de mis posibilidades. Pez globo le decimos en mi barrio, fugu le dicen los gringos, tamborín le dijo bruno hace poco frente al mar zorriteño. A pocos metros, el animal hinchado: una cereza para mi yo-pacman.

Ahora que todos lo saben, tengo mi pez, primer peldaño de la escalera que me llevará hacia la dominación del mundo a mediano plazo. El paso uno ha sido dado y las primeras víctimas fueron seleccionadas entre amigos y los otros. La lista, para evitar problemas y disconformidades, no será publicada. Sólo invito a quienes comieron platos que incluían pescado entre el tres y el doce del mes en curso, a preguntarse si no tienen unas súbitas e irrefrenables ganas de hacer todo lo que yo diga.

Rayita, rayita, rayita, cereza. Ahora salgo con mi ejército a matar fantasmas. Definitivamente éste será un buen año.




(foto del gral zombie y arte de alehop---este blog tiene sus amiguitos!)