22 de marzo de 2008

Abuela sin arroba

Las únicas escenas pascuales que recuerdo en mi vida, son las del par de infructuosas veces en que mi abuela me sentó frente a una especie de rosca con velitas para tratar de ponerme en una actitud propia de la semana santa.

De ella puedo decir que a diferencia de su esposo -mi celular, e-mail y compu maníaco abuelo-, la abuela se fue al cielo hace quince años, sin haber tenido alguna vez una contraseña.

Arroba era sólo el nombre de una medida para pesar cosas y la gaseosa familiar era de un poco más de medio litro. Aún no había Internet en las casas, y la memoria era algo que se ejercitaba con dificultad, no un aparato con capacidad de 8 gigas que se lleva en el llavero.

Si hubiera habido Mp3, los pasos de mi bailarina abuela no hubieran estado sujetos siempre a los designios del programador de radio Cora. El tamaño del minicomponente de nuestra casa, última generación y traído desde Panamá, era más cercano al de un auto pequeño de hoy que al de un Ipod Nano. Con nanotecnologías a la abuela Regina? Cero.

Radical en ciertos aspectos, desaparecía todas las fotos en donde no saliera perfecta, un esfuerzo que pudo haberse ahorrado con un simple delete en la cámara digital, la acción que quien suscribe ejecuta sin culpas, hasta quedar satisfecha. Ella era bonita antes de la existencia del bótox, y se encargó de desaparecer cuanto papel fotográfico sugiriera lo contrario.

Todos los días de su existencia insistió en que estuviéramos juntos. Mi tribu, decía. Después nos separarían varias distancias. Ahora nos mandamos mensajes de texto, correos electrónicos y colgamos las fotos familiares de álbumes online. No nos era necesaria toda esa tecnología para ser recontra felices, como recuerdo que fuimos.

Entonces me pregunto: ¿cuántos correos con presentaciones piadosas me hubiera enviado al mail ésta pascua?, ¿qué nickname usaría?, ¿cómo hubiera manejado mi abuela a su tribu en tiempos de la aldea global?

3 comentarios:

Fernando Velásquez dijo...

las abuelas... :)

Anónimo dijo...

Seguro desesperaría con el eventual colapso del ordenador.
:S

Lia dijo...

Tu abuela se parecía bastante a la mía, era de avanzada para su época, muy moderna. Mi abuelita murió hace 10 años el 17-3-1998. Seguramente ella hubiera hecho maravillas con la tecnología que nos ofrece la època actual.
He escrito en mi blog como recuerdo la Semana Santa en mi niñez.
FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!