20 de enero de 2009


Congelándose un poco mientras su papá habla delante de una alfombra de gente, malia y natasha presencian -no lo saben ahora pero lo sabran pronto- cómo dejan de ser dos niñas comunes. Ya esta mañana natasha debe haberse preguntado por qué debía usar esos específicos zapatos y malia tiene que haber sentido un poco de pánico escénico porque seguramente en este momento todos los adolescentes de su país la están viendo en la tele o la web. Se ha prometido frente al espejo no salir mal en las fotos y no puede esperar entrar a la casa nueva para conectarse y salir de la duda. Natasha en cambio no se preocupa por su aspecto tanto como por la incomodidad de la nueva ropa formal. Su papá le ha prometido un perro, pero a cambio ella debe ser buena. Tiene que lucir bien, asistir a ceremonias para adultos, cuidarse de mucho de lo que normalmente dice, convivir en paz con muchísima gente y ser humilde, mucho más humilde que cualquiera. Malia va a tener acné, va a aterrorizarse cada vez que aparezca un nuevo grano, su primer enamorado firme será un chico del colegio al que todos los compañeritos llamarán el convenido. La colectividad esperará que sea brillante en el high school, aunque al mismo tiempo asociarán su éxito a la investidura de su padre. Si se mantiene callada, dirán que se jura. Si habla mucho, dirán que se jura. Debe ser educada y plural, políticamente correcta. No puede ser poco linda como Chelsea, ni ebria como la mellicita Bush. Tiene que ser propia, no hablar de más y ser mucho más humilde que cualquiera. Hoy día mucho del mundo va a cambiar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la realidad de unas pocas niñas en el mundo, y tú la conoces bien. felicitaciones por tu solidaridad

Sol dijo...

Habla la experiencia?
Me gusta tu blog. Vengo de vez en cuando a leerte.

Saludos.

Inadecuada dijo...

yo creo que malia y natasha de grandes serán bloggers.

Anónimo dijo...

Te dimos un premio, y me obligan a avisarte bajo pena de muerte severa.

http://www.choledadprivada.com/2009/01/22/inspiracion-chola/

Sigue la tradición. Un beso, cholega

Anónimo dijo...

No se llamaba Sasha...?

Por lo demás, sí pues, debe ser muy aburrido estar bajo el reflector a esa edad.