12 de enero de 2009


No voy a dejar de comerme las uñas este dos mil nueve. No voy a dejar de mentirme para hacerme creer que pintándome las enanas uñas de colores, estoy cada día más cerca de dejármelas crecer. Creo que voy a seguir adorando las cosas repletas de grasa y dejando de comer casi todo por épocas y seguir pesándome muchas veces por semana y sosteniendo públicamente que subo y bajo tres kilos inter diario. Este año no creo que le prohíba al perro que se trepe a mi cama ni me compraré un carro más paja y menos pondré mis papeles en regla. Cada año que pasa resulta que hay menos reglas y así comienza éste.


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Había que ponerse una meta y la mía no llegó a las doce del treinta y uno sino el dos del mes primero. Este año voy a tener mi propio ejército de zombies.

Lo pensé durante mucho, sucede que nunca había tenido la materia prima cerca. Tamborín, dijo bruno cuando caminábamos por la orilla desde el hotel de león hasta mi casa. Un documental por cable hace varios años presentaba a Haití como el mayor productor mundial de muertos vivientes. El proceso de fabricación resultaba increíblemente sencillo. Primero elegir a la víctima; segundo, brindarle un apetitoso plato de lo que sea, pero bien cargado al veneno del pez globo. Luego, y procurando no entrar en detalles escabrosos, observar la catatonia y apropiarse del cuerpo lo antes posible. Finalmente, esperar que los propios deseos sean órdenes para el resto.

Quiero dejar en claro que a pesar de que los zombies no saben si están contentos o tristes, la autora de esta nota se compromete a tratarlos con afecto y respeto, alimentarlos bien, darles los buenos días a diario. Mantenerlos limpiecitos y dejar que se comuniquen cada cierto tiempo con sus madres y amigos.


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Tetradoxina se llamaba eso que el pez lleva en el hígado y los ovarios y que durante mucho estuvo fuera de mis posibilidades. Pez globo le decimos en mi barrio, fugu le dicen los gringos, tamborín le dijo bruno hace poco frente al mar zorriteño. A pocos metros, el animal hinchado: una cereza para mi yo-pacman.

Ahora que todos lo saben, tengo mi pez, primer peldaño de la escalera que me llevará hacia la dominación del mundo a mediano plazo. El paso uno ha sido dado y las primeras víctimas fueron seleccionadas entre amigos y los otros. La lista, para evitar problemas y disconformidades, no será publicada. Sólo invito a quienes comieron platos que incluían pescado entre el tres y el doce del mes en curso, a preguntarse si no tienen unas súbitas e irrefrenables ganas de hacer todo lo que yo diga.

Rayita, rayita, rayita, cereza. Ahora salgo con mi ejército a matar fantasmas. Definitivamente éste será un buen año.




(foto del gral zombie y arte de alehop---este blog tiene sus amiguitos!)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Al fín regresaste!
Sugiero abrir una lista de candidatos al mundo zombie.

Mario dijo...

Agrego un nombre a la lista de denominaciones:

Esa cosa la secan y le dicen polvo de burundanga, o burundanga nomás.