6 de octubre de 2010

PAJARITOS PREÑADOS

Así decía el abuelo cada vez que de chica me ilusionaba con cosas increíbles. Abue, me han comprado estos Sea Monkeys, les echaré agua y cuando crezcan serán como caballeritos acuáticos! Si me tomo cincuenta cocacolas al día es muy probable que gane el minicomponente! El disco de Kiss oído al revés tiene mensajes satánicos!

Estás creyendo en pajaritos preñados, decía riéndose y negando con la cabeza. La abuela en cambio, sabía que tarde o temprano yo conseguiría implementar una bomba casera con mi juego de química y por eso siempre estaba monitoreándome a metros. Admito que nunca logré hacer explosionar la casa y que era buena y esperaba con fe que los sea monkeys aparecieran y se saludaran elegantemente como lo hacían en el empaque. En lugar suyo aparecieron unos asteriscos que con nula gracia flotaban en el agua mugre.

Siempre me han ilusionado esas historias de progreso desde cero. El rey de la papa, la reina del pollo a la brasa, el señor que era mozo de un restaurant al que hoy le pago una fortuna por comer un chorizo en su propio restaurant. Por eso cuando hace poco me llamaron para presentarme a un señor que es líder en Gamarra, salí perfumadita de la casa con la mayor emoción. Gamarra, la niña símbolo de lo progre.


Nos recibe un caballero de unos sesenta años. Es puneño, específicamente de un pueblo pequeñito en honor al cual ha bautizado el emporio de bienes raíces que es de su propiedad. Estamos en un edificio de diez pisos hecho mitad cemento y mitad vidrios polarizados. Tras el individuo una gigantografía con las fotos de los otros nueve edificios de diez pisos que le pertenecen. Impresionante, digo yo. Es producto del esfuerzo, dice él. Me habla de su pueblo y su región, sobre la que panea, ostenta el título de tener la mayor cantidad de danzas folklóricas. Menciona a sus padres y me cuenta cómo y cuándo llegó a Lima en calidad de entenado, de chiquillo que dormía en el suelo y lavaba platos, pero que siempre tuvo la capacidad de ver más allá. Yo feliz, cara de júbilo.


El señor puneño ha hecho una fortuna en base a las confecciones primero y luego a la construcción y alquiler de locales para los que confeccionan. Lo ha logrado sudando dice, mientras yo intento calcular los metros cuadrados por edificio, por diez edificios, a muchos miles de dólares el metro. Han pasado pocos minutos y yo estoy orgullosa de él, orgullosa de Gamarra y orgullosa de los peruanos, incluyéndome hacia mis adentros dentro del grupo progre por osmosis. Ese pudo ser un buen momento para irse sonriendo, pero el empresario procedió a enseñarnos el método de su éxito.


En mi pueblo hay tres mil, los otros diez mil vivimos y trabajamos aquí. Yo por mi trabajo he conocido China, porque no ha mejor manera de progresar que copiar a los que progresan. Acá en el Perú, la gente quiere saber muchas cosas, allá con saber una bien sabida, se gana un sueldo. Mire por ejemplo (y aquí íbamos subiendo piso tras piso de talleres y almacenes), en éste piso trabajan cientos de personas, les hemos habilitado un espacio en el piso de arriba para que no necesiten ir a sus casas, ahí duermen. Comen arriba en la cafetería, ve? Así la plata va girando aquí mismo. Eso sí, no permito que ninguno de mis empleados use reloj. El que usa reloj está pendiente de las horas, quiere salir, depende. Cómo se va a ganar plata si la gente depende de algo? Hay que seguir el ejemplo de los que progresan pues…

Asustada hago la pregunta final. Y qué va a pasar en unos años con su pueblo? Verá usted, yo tengo un plan. Voy a construir un gran hotel y una carretera desde el Titicaca y así explotaremos el turismo en la zona. Le conté que tengo la única máquina en el Perú que hace tejidos para hacer globos aerostáticos? Aún no sé en qué usarla pero pronto la pondremos en marcha.

Sigo creyendo en el progreso pero paralelamente le ruego a los santos que ese señor y su idea de progreso no aparezcan sobrevolando mi casa en un zepellin. Mi abuelo que era sabio diría boba, qué globo ni qué niño muerto!

2 comentarios:

Miguel Rodríguez dijo...

Me acabas de romper el corazón con los Sea Monkeys.

Con lo del progreso, me rompiste el bolsillo.

Ahora no duermo, caray.


Beso.

paola dijo...

ese sistema de explotacion que has descrito,amparado bajo el rotulo de progreso,me ha dejado en schock,literalmente.