De nuevo este mes me invitan a tu misa. Cómo jodes muriéndote
todos los años de nuevo. Creo que este es el décimo año y con él, nueve misas a
las que no he ido. Me niego a llorar repetido, pero todos los agostos es lo
mismo. Preguntarse una si te gustaría este pelo largo, qué pensarías de las
cosas que hago ahora. No saber si estarías celoso de mi novio o si sería tu
amigo, o no saber si estarías casado con alguien y tendrías hijos y por eso
quizás ya nos veríamos igual o menos que ahora. Cómo saberlo
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