5 de marzo de 2008


yo a mi perro lo quiero tanto y de manera tan exagerada y pública, que en mi familia no está mal visto que yo diga que encuentro que takle se parece cada día mas a mi abuelo.

aclaro que mi abuelo no tenía ni un gramo de cara de perro, pero takle hace de vez en cuando - quizás porque sabe que me gusta mucho- una especie de pucherito con el labio inferior, que mezclado con los cachetes algo pellejudos y el cuello chorreado, me recuerdan, no sé...
cada uno con sus recuerdos pero lo importante es que cuento por lo menos con la aprobación de mi madre y tía, otras dos deudas cercanas de don ángel. ah, y el perro muy feliz.

2 comentarios:

Lia dijo...

como se les quiere.
Uno sufre mucho cuando se van para siempre, por eso no quiero volver a tener uno.

Anónimo dijo...

Lía, el amor siempre es un riesgo y siempre se aprende algo de él. No escondas la cabeza como el avestruz. Es mejor darle amor a la mascota que tengas, que no tenerla para después no sufrir.