21 de julio de 2008

te decepcionaré, ale.

No habrás de recibirme en Jorge Chávez con pancarta ni pañuelo al aire en bienvenida. Me temo que no existirán más conversaciones al chat de madrugada y tampoco quedará rastro del poco respeto que alguna vez en ti generé. Quiero que sepas que lo entiendo y me disculpo. Pronto vuelvo a Lima con una promesa incumplida.

Puedo jurar amiga, si acaso aún me permites emplear ese título, que no he visto un solo indigente en Berlín que haya podido merecer tus afectos. Esto se debe principalmente a que he visto pocos menesterosos en la capital alemana. Los hay, no digo lo contrario, pero el que vi hoy por ejemplo, me pidió el boleto del S Bahn para revenderlo. De inmediato lo miré con la esperanza de que sea un chico guapo y decente, aficionado a pedir propina como todos tus ex novios pero con el plus de la transacción posterior con los boletos ya usados. Parecía prometedor, pero ya de frente lo encontré flaco y alcoholizado, señas que me hicieron pensar que no era el indicado, por aquello de que no queremos más de lo mismo, o en este caso de lo anterior. Es cierto que atado a una pita tenía un perro delgado con cara de sueño y que eso corresponde a algo así como una ventaja diferencial por sobre la manada de irresponsables que quienes te conocemos hemos visto de tu mano. Pero no es suficiente con mantener vivo a un cuadrúpedo cuando tienes veinticinco, vives en el metro y te faltan algo mas de seis molares.

Yo que me comprometí y asumí como reto el volver a Lima habiendo hallado un chambelán germano de tu talla, ahora me avergüenzo de haber perdido esta gesta. No he visto casi gente sin casa, y a quienes vi juraría que saben leer, escribir y realizar ciertos cálculos matemáticos, rasgos que entiendo, no se encuentran en tu lista de requerimientos. Quienes te apreciamos como la chica poco complicada y alegre que eres, esperamos para ti un príncipe capaz de ofrecerte unas salchipapas sin pedirte que firmes una letra a cambio, y continuaremos en la búsqueda de tu media naranja.

Termino esperando que me entiendas.
Besos,
Miss Carla

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajaja, rayos, no puedo molestarme con un post tan graciosoooo!!

y sobre el poco respeto que generas en mí, no te lo tomes a mal, hay pocas cosas en la planeta que generan respeto en mí y la mayoría no son personas.

tendre que buscar un mendigo por este lado del riachuelo

Anónimo dijo...

interesante y gracioso.
Ale Hop merece un príncipe de verdad.

saludos +]